The Dark Secret of the CEO

Chapter 31



Chapter 31

Gerard’s chicken soup helped Luz a lot, as did Charlize’s pampering and being able to get up late the next day, but what didn’t go away was the morning sickness. two

I already had a week with that discomfort and I was bored of feeling like this.

It’s Friday and today she has to go home, later she will call Rafael to pick her up, for now she has to go down to breakfast with her little princess.

He goes to her room for her, as he does every day, does the hairstyle she asks for and they go downstairs together smiling. Below is Gerard talking on the phone, with a cup of coffee, he sees the girls almost reaching the end and smiles. But the one who doesn’t smile at all is Luz, who when she smells the coffee, she has to run to the guest bathroom.

-Light! Evangeline,’stay with my daughter, please.

He runs after her and bangs on her door to let him in, he hears the typical sounds of a person throwing up, he puts his fingers to the bridge of his nose because he knew something was wrong with her.

As soon as he feels the lock click, he goes in to help Luz, who can no longer bear the weakness of her body and faints.

-Shit… Light – he whispers while holding her tightly -. Light!

But she doesn’t react, so she goes out and revolutionizes everyone. -|Little light! – screams Charlize crying – What’s wrong daddy? -I do not know! Evangeline, you will take charge of Charlize for the rest of the day, of nothing else. It doesn’t matter what my mother or Darcy say, you are only responsible for her- Luz is accommodated in her arms and George appears, after he felt so much scandal-. George, to the car!

The man doesn’t expect an explanation, he walks quickly opening the doors and running to the car, Gerard is right behind him. Once inside, Gerard sits in the back seat and Luz begins to react. This text is property of Nô/velD/rama.Org.

– Don..

– We’re in the car, on the way to the hospital.

-No… it’s not necessary – she says trying to move, but Gerard keeps her close to his body -.

-Yes it is, all these days you told me you were fine and I believed you, even though I didn’t see you like that.

– Please, I don’t want… I don’t want to cause any trouble.

-Well, but you caused me a scare of those who do not forget, so there is nothing more to say.

Gerard’s voice comes out harsher than he wants it to, Luz shrugs into silence, while George doesn’t slow down for a moment, until he drives her to the hospital.

Gerard is not surprised that they are waiting for them, because George is capable of that and more. But, although the doctor offers him a wheelchair, Gerard refuses to give it up and asks the doctor to tell him where to take it.

– He’ll get a hump from carrying me so much – Luz tells him with a weak smile -.

– I don’t care, you’re worth it.

They enter a cubicle where he finally separates from her to be checked, a nurse tells him to wait outside.

-I will not leave…

– He leaves or I send him out… from the hospital – the older woman tells him with a very “sweet” voice -,

He has no choice, he goes out to wait in a room, takes out his phone and calls Dan.

-Brother, are you on your way to success?

-I think that for today you will have to play alone. I’m in the hospital with Luz.

– Did something happen to him? – Dan tells him putting his foot on the accelerator –

-Ha estado enferma desde hace una semana y se quedó callada, hoy se desmayó, la vi muy débil.

-Mujeres – dice Dan, recordando a una en particular, dedicándole pensamientos no muy lindos -, Mantenme informado, si necesitas cualquier cosa hermano, estoy para ti.

-Gracias… no sabía que te preocuparas tanto por Luz – le dice con celos -.

-Me preocupo por ti y sé lo importante que es esa chica para ti, así que sí, me preocupa.

-Gracias.

Terminan de ponerse de acuerdo con asuntos de la oficina y cortan la llamada, al momento que la enfermera “dulce” le dice que pasaron a Luz a una sala privada.

Camina guiado por la enfermera que, si no se le molesta, es mucho más amable. Le indica la puerta de Luz y al entrar la ve acostada, mirando por la ventana y con un suero conectado al brazo.

-Lucecita – le dice en un susurro, porque si antes no se había dado cuenta de lo joven que era, ahora era más que claro –

Por el carácter de Luz siempre se le olvida que apenas ha cumplido la mayoría de edad, pero con la bata de hospital, las ojeras y sus labios deshidratados, se ve como si tuviera quince años.

-Gracias por esto – le dice ella con una sonrisa -. El doctor me encontró muy deshidratada.

-¿Quieres que llame a alguien?

– Ya le avisé a Rafael y a mis padres, pero creo que debería llamar a la casa, la pequeña princesa estará muy preocupada.

-Sí, lo haré en seguida, estaré afuera, así que solo dame unos minutos.

Ella asiente y cierra los ojos, suspira con pesar, porque el deber del doctor es preguntar, y le ha hecho varias preguntas, pero una de ellas la ha dejado muy asustada.

Trata de respirar con calma, para bloquear esos pensamientos que la invaden y quieren salir de ella en. forma de lágrimas.

Mientras, afuera, Gerard le dice a su hija que su Lucecita estará bien y muy pronto en casa. Aunque no tiene idea si eso será posible.

Entra otra vez a la sala y la ve con los ojos cerrados, no dice nada para no molestarla, así que se sienta en una silla junto a la cama y le toma la mano.

– Estás congelada, ¿tienes frío? – le dice, tratando de darle calor –

-Sí, pero viene desde dentro, nadie puede hacer nada por mí – le dice ella con tanta tristeza -.

A Gerard se le encoge el corazón, porque nunca la vio dejarse abatir por nada, ni siquiera por las palabras de Darcy. La observa detalladamente y se da cuenta que en su corazón hay un sufrimiento del que él no sabe.

Cuando va a darle palabras de ánimo, aparece el doctor con unas hojas en la mano. -Señorita Méndez, hemos descartado un virus estomacal – Gerard sonríe y agradece al cielo porque n o sea nada grave –

-¿Yya sabe lo que tiene? – le pregunta Gerard más tranquilo, que solo quiere llevársela de allí —

-Claro, la señorita está embarazada – ambos abren los ojos y se quedan mirando al doctor con sorpresa -. Aproximadamente seis semanas, según lo que ella me dijo acerca de su periodo, pero es algo que podremos corroborar con un ultrasonido más adelante.

-¿Embarazada? – pregunta Gerard sintiendo que todo su mundo se vuelve un caos – 1

Luz cierra los ojos, mientras las lágrimas caen como su fuera una lluvia de invierno, se lleva las manos a la boca para ahogar los sollozos y el doctor entiende que algo no anda bien allí, así que se retira pidiendo a Gerard que lo busque cuando ellos terminen de hablar.

-Luz…

-¡No puede ser! No puedo estar embarazada… ¡No! No, no… por favor… no… Su voz se apaga y Gerard se sube a la camilla, la rodea con sus brazos y la mece lentamente para brindarle consuelo.

-No es tan malo, Luz… serás una madre excelente, seguro Rafael estará feliz.

-¡No! Nadie estará feliz… no lo quiero, no puedo… no…

Pero nuevamente se desvanece en los brazos de Gerard, quien aprieta el botón de emergencias y la enfermera aparece.

-Se desmayó, no le gustó la noticia de que está embarazada. -¿Usted es el padre?

-Hopefully – she says sincerely to the nurse and Luz, in the cloud of her unconsciousness manages to hear Gerard’s words -. Because if it were mine, that baby would already be the most loved in the world.


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