Capítulo 32
Capítulo 32
Capítulo32
Beatriz se fue llorando.
Los sirvientes dijeron a sus espaldas que la Señora Sánchez tenía mala suerte. Cada vez que venía, se enfadaba y luego se iba llorando. ¿Estaba tratando a la familia Hernández como un salón de luto?
Alejandro se sentó rígidamente en el sofá, miró su traje roto y quedó atónito durante mucho
tiempo.
– Señor, ya es tarde, duerma después de beber la leche.
Alba entró para traerle leche caliente. Al ver que el, suspiró: Es una pena.
Juego de palabras.
– La próxima vez, cuando Beatriz vuelva, vigílala para que no entre libremente a mi habitación ni
a mi estudio. Ah, y también a Irene.–Alejandro con voz grave. 1
No se preocupe, señor, con su mandado, estaré en constante vigilancia y protección.
–
Alba, con una expresión de alivio, dijo: – Hoy tuve la suerte de ser precavida y cerré la puerta de la
señora. De lo contrario, quién sabe qué travesuras habría hecho Beatriz al colarse allí y qué mal
habría causado.
–
Alba, no digas eso. Beatriz no es tan mala. Después de todo, le debo tres años.
-¿Y qué ha hecho mal la señora? ¿No siente ningún remordimiento por divorciarse de ella?– dijo This content © Nôv/elDr(a)m/a.Org.
Alba levantando la voz en defensa de Irene. (1
– El que fue obligado por mi abuelo fui yo, no ella. Ella claramente no tenía que casarse conmigo. 1
– Quiere decir que la señora lo pidió por sí misma.
–
–
Alejandro apretó sus labios pálidos en silencio.
– Entonces, váyase a descansar temprano, buenas noches.
Alba, con cara seria y resentimiento, salió de la habitación llevándose también la leche caliente. 1
Alejandro frunció ligeramente las cejas mientras sus ojos brillaban con una leve sorpresa,
soltando un suspiro suave.
Parece que Alba estaba molesta. Todavía quería beberse la leche.
¿Cuándo compró Irene a las personas más cercanas a él?
Era astuta.
Beatriz regreso a casa en un estado lamentable, trayendo consigo malas noticias.
Sin el respaldo de Hernández, se ha convertido en un completo desastre, como un castillo de
naipes que se derrumba. Será muy difícil para ellos recuperarse de esta situación desfavorable.
–
¿Qué se cree Alejandro? Dice una y otra vez que te ama, pero sus acciones demuestran ser un hombre despreciable. ¿Cree que es fácil de provocar?
Santiago arrojó con fuerza un cenicero al suelo, sus ojos se volvieron rojos de ira.
-¿Cómo es posible que Alejandro no me ame? Él se divorció sin dudarlo por mí. – Beatriz sollozó mientras intentaba restaurar su dignidad.
-Parece que el solo está sopesando los pros y los contras. Después de todo, eres una señora, mientras que Irene no es más que alguien insignificante del pueblo. ¿Cómo podría alguien elegir a Irene en lugar de ti, la Fénix de Oro? Incluso los tontos saben que te deberían elegir a ti.
Beatriz se dio cuenta de que su hermano le estaba hablando en su defensa, pero la forma en que lo escuchó sonó como un reproche hacia ella.
– Beatriz ¿cómo es posible que Alejandro cambie repentinamente de opinión? ¿Qué ha sucedido exactamente?— preguntó Gabriel con urgencia.
–
No tengo ni idea, hoy Alejandro fue a ver a Clara y al regresar cambió de actitud, dijo que ya no se involucraría con nosotros…- explicó Beatriz con frustración.
– Papá, Santi, ¿hicieron algo en secreto que Alejandro descubrió? Parece que él nos mira con disgusto…- sugirió Beatriz con preocupación.
-¡Joder, no será por su exesposa Irene!– exclamó Santiago mientras parecía comprender
repentinamente.
¿Qué quieres decir?– Beatriz se puso nerviosa al escuchar el nombre de Irene.
– El otro día, me encontré con esa loca que busca problemas en el nuevo bar de la familia
Rodríguez. ¡Y de repente apareció Alejandro para defender a esa mujer e incluso me pidió que me disculpara con su exesposa! ¿Qué tipo de situación es esta? Santiago todavía resentía la
humillación que sufrió la última vez.
Beatriz se puso pálida al escucharlo, sintiendo una creciente ira y frustración.
¿Es verdad que Alejandro ha desarrollado sentimientos por esa mujer despreciable? ¿Se ha hecho realidad lo que más temía?
Ella no permitirá que Irene resucite.
–
– No se preocupe, siempre y cuando Beatriz se case exitosamente con Alejandro y se convierta en la esposa del jefe, ¿por qué preocuparnos de no poder cambiar nuestra situación desfavorable?
–
Irene ya es una mujer abandonada, ¿
Ana consolo a su hija mientras su mirada se volvia fria. cuánto daño más puede hacer con su vil comportamiento?
Lo más importante ahora es cambiar rápidamente la impresión que el mundo tiene de la familia Debemos encontrar a alguien que pueda asumir la responsabilidad de este asunto y ser el chivo expiatorio. Eso es en lo que nos debemos enfocar en este momento.
-¿El chivo expiatorio?
Santiago hizo girar los ojos y sonrió maliciosamente. —¡No hay nadie más adecuado que él!