Capítulo 196
Capítulo 196
Capitulo 196 Vivian estiró sus delgados dedos, queriendo tocar la estrella. Sin embargo, sus manos estaban atadas. No habia manera de quepudiera tocarla.
Sacudió la cabeza con fervor inicntras sus ojos empezaban a rebosat de lágrimas.
– No! No soy digna. © 2024 Nôv/el/Dram/a.Org.
Kathleen frunció el cero y se consoló: -Vivian, no existe la posibilidad de ser digna o no.
Puedes tener una vida dichosa sicmpre que lo desees.
Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Vivian.
- No puedo empezar una! Kathleen sostuvo la cara de Vivian, diciendo: -Calmate.
Escúchame.
¿Sabias que perdi a mis hijos igual que tú? Vivian se quedó helada.
– Mis hijos aún no habian nacido.
Cuando aún estaban en mi vientre, me sacaron sangre.
En ese momento, pude sentir que sus vidas se escapaban poco a poco.
-Los ojos de Kathleen enrojecieron-.
Por eso puedo entender tus sentimientos.
- No! ¡No lo haces! - Vivian se retorció furiosa- No quiero a esa niña.
No lo quiero.
Igual que no quiero al padre del niño porque ni siquiera sé quién es el padre.
Kathleen estaba sorprendida.
Caleb entró en la habitación y la apartó.
-Sedante -ordenó Caleb con voz gélida.
De inmediato dos ancianas se acercaron, Una de ellas sujeto a Vivian mientras la otra traía el sedante y lo inyectaba en el brazo de Vivian.
Poco a poco, Vivian se tranquilizo.
Sus párpados comenzaron a sentirse pesados y se quedo dorinida.
Sólo entonces Caleb sacó a Kathleen de la habitación, La apretó contra la pared con ambos brazos aambos lados.
Sisco con frialdad: -Todavia vas a meterte en los asuntos de los demás? Kathleen percibió el odio en sus ojos, comosi ella fuera la causa del estado actual de Vivian.
Tal vez no era ella la que Caleb odiaba, bino otra persona.
Sin embargo, esa persona estabil
estrechamente relacionada con clla.
Era Charles Calcb odiaba a Charles, -Ahora es mi responsabilidad! — Kathleen empujó a Caleb.
Este último resopló al ver su esbelta y grácil espalda abandonar la escena.
Se apresuro a bloqucarle el paso y le dirigió una mirada fria y llena de odio.
Kathleen apreto los puños.
-Caleb, encontrare una cura para ella.
Por favor, créeme.
Caleb permaneció impasible.
-Estoy muy entristecida por el asunto de Vivian.
Si de verdad tiene algo que ver con mi hermano, asumo toda la responsabilidad.
-Kathleen le miró con seriedad.
Caleb miró a Kathleen con sus ojos oscuros mientras permanecia inmóvil.
Tras respirar profundo, Kathleen preguntó: -¿Puedes apartarle ya? Caleb dudó un instante antes de apartarse.
Al ver eso, Kathleen paso junto a él, queriendo bajar las escaleras.
De repente, Caleb estiró los dos brazos y la abrazo por la espalda.
Kathleen se sorprendió por sus acciones.
-Qué estás haciendo?
-Debes curarla.
-La voz de Caleb era ronca-.
Es la hermana que más quiero.
Cuando era más joven, me acosaban todo el tiempo.
Ella siempre se levantaba para protegerme.
Ahora que he crecido, me doy cuenta de que no puedo protegerla.
Asi que…
Kathleen aseguro:
-No te preocupes, Caleb.
Seguro que la curare.
Por favor, déjame ir primero.
Esto hará que la gente no entienda la situación Sin embargo, Calebno la dejo ir -De quétienes miedo? -¿Por qué no debería tenerlo? - Kathleen frunció las cejas-.
Siempre hay una linea entre un hombre y una mujer.
Tenemos fucrzas diferentes.
Caleb se burló: -¿Diferentes fuerzas? Sin embargo, te atreves a ir solo a la residencia de los Yoeger.
Parece que cres muy valiente ech? Kathleen se quedó sorprendida.
-¿El también lo sabe? Calcb recordo: -No corras esos riesgos en el futuro.
No hay nada que no puedas pedirme ayuda.
Lo sabes, verdad? -Caleb, tú y yo no tenemos nada que ver ahora.
– Kathleen frunció el ceño.
-¿Estás segura? - Caleb la soltó de su abrazo y sonrió a medias- ¿No te estoy cortejandoahora? - Tampoco promeri casarme contigo.
– El ceño de Kathleen se frunció.
- Ni siquiera hemos empezado a salir, y ya estás pensando en casarte conmigo? —se mofo Caleb.
Sintiéndose sin palabras, Kathleen bajo las escaleras.
-Te llevaré a casa.
-Caleb se apresuró a seguirla-.
No puedo dejar que una mujer vaya sola a casa a una hora tan tardía.
Kathleen le miró perpleja.
-Qué es usted? Un camaleón? Hace un minuto, todavía me mirabas como si me odiaras hasta los huesos.
-No te enfades conmigo.
Lo siento --dijo Caleb sincerándose- No lo volveré a hacer.
-Está bien.
No tienes que llevarme a casa.
Puedo caminar sola.
– Kathleen siguió caminando fuera de la casa.
-Vamos.
Ya que has accedido a que le corteje, deberías darme la oportunidad de mostrar mis puntos buenos, ino? -Caleb la agarró de lamano y la sacó.
Pronto, entraron en el coche y comenzaron su viaje.
Mientras tanto, Samuel estaba tumbado en la cama del paciente.
Justo en ese momento, su teléfono sono.
Cuando lo levantó para comprobar la notificación, vio una foto de Caleb abrazando a Kathleen por detras.
Incluso había una foto de Calcb tomando la mano de Kathleen mientras salia por la puerta De inmediato Samucl sintió un dolor insoportable en su corazón.
Dció clicléfono a un lado; su mirada se ensombreció.
Al mismo tiempo, Caleb estaba llevando a Kathleen a casa.
Mientras estaban sentados en el coche, la mirada de Caleb se ensombreció.
- Ahora que has sido testigo del estado de mi hermana hoy, por favor no se lo cuentes a nadie.
–No te preocupes por eso -dijo Kathleen sin rodeos.
Después de todo, no era una bocazas.
Caleb mantuvo la calma.
-¿Has visitado a Samuel en el hospital? -¿Cómo sabias que estaba ingresado en el hospital? – Kathleen se sorprendió.
-Solo lo sé - dijo Caleb con frialdad, ¿Lo has visitado? Kathleen negó con la cabeza.
Desde que decidió utilizar a Caleb para evitar las inolestias de Samuel, no penso en volver a verlo.
No podia cntender lo que tenía en mente.
Todo lo que sabia era que temía a Samuel Al ver la expresión de conflicto en su rostro, Caleb dijo: – Es mejor que no lo visites.
Ahora que has aceptado salir conmigo, deberías distanciarte de él.
Kathleen frunció el ceño.
-No me he decidido.
Caleb la iniro.
– Jovencita, no subestimes mis encantos.
Puedo hacer que caigas en mi gentileza en cualquier momento -Caleb.
– Kathleen le lanzó una mirada seria-.
Espero que puedas entrar en razón.
No soy una jovencita cualquiera.
He pasado por un matrimonio fallido.
No soy el tipo de mujer que se enamora con facilidad de un hombre atractivo.
Era cautelosa en cuanto al amor, en especial cuando se trataba de Caleb, que tenia motivos ocultos desde el principio.
Caleb entrecerró los ojos.
-Entonces, cadmites que soy atractivo? -Tal vez un poco menos que Samuel -cijo Kathleen ron rotundidad, Caleb se questo sin palabras.
–Ouees? No puedo hacer comparaciones? – Kathleen lingio ignorancia-.
Oh, lo siento.
Sólo decia la verdad A Caleb le disgustaron sus palabras.
No mucho después, llegaron a la casa de Kathleen.
Cuando quiso bajar del coche, Caleb cerró las puertas.
De inmediato Kathleen se puso en guardia y le miró.
Con los brazos cruzados, Caleb dijo con frialdad: -No me molesta que hayas estado casada antes.
Lo que me molesta es que me compares con tu cimando.
Si cs tan bueno en todos los aspectos, ¿por qué te divorciaste de él? Kathleen no dijo nada.
-Asi que no me compares con alguien que no es tan bueno -dijo Caleb con severidad – Yo, Caleb Lewis, soy diferente alos demás, y no quiero que me comparen con otro.
-De acuerdo -contestó Kathleen a medias.
Caleb entrecerró los ojos hacia ella.
-Bien.
Lo entiendo.
Abre la puerta ahora -refunfuno Kathleen.
– Espera.
Veo que no pareces muy contenta.
-Caleb la miró con frialdad.
– Se llama un acto de sopesar mis opciones.
¿Por qué no iba a hacer comparaciones si iba a casarme – Kathleen resoplo-.
Si no estás contenta con ello, entonces deja de perseguirme.
Nadie te obliga a hacerlo, de todos modos.