Capítulo 89
Capitulo 89
Yo también estaba muy alerta, mirando alrededor, y estiré la mano para traer a Helda a mi lado.
“¿Hay alguien?” Helda preguntó en voz baja, también mirando dentro de la caja.
ano
Neque con la cabeza, fijando mi mirada en la sombra oscura no muy lejos del callejón.
Al darse cuenta de que lo estábamos mirando, la sombra se movió rápidamente para alejarse.
Levante la vista hacia Kent, quien aún tenia un brillo feroz en sus ojos, parado en el callejón oscuro parecia el mismo Satanás saliendo del Infierno.
Grité tentativamente. “¿Kent?”
Él se giró hacia mi, y casi pude ver cómo la ferocidad en sus ojos desaparecia rápidamente, reemplazada por una claridad pura e inocente. “Narl, me siento mareado.”
Luego, todo su peso… de casi un metro noventa, se derrumbó sobre mi.
No tuve tiempo para rechazarlo, solo pude dejar que se apoyara en mi.
“Es flaco y alto, pero pesa bastante,” dijo Helda mientras me ayudaba a sostener a Kent, arrastrándolo hacia el borde de la acera.
Parecla desmayado, todo su peso cala sobre mi espalda.
Murmure en voz baja. ¿Por qué pesará tanto…?”
Helda llamó a un carro y juntas metimos a Kent adentro.
*Primero vamos a la casa de la familia Linares,” dije en voz baja, pidiendo a Helda que me acompañara.
Helda también quería conocer más sobre este tal Kent, asi que asintió en acuerdo.
Durante todo el camino, Kent se apoyo en ml, con la frente ardiendo de fiebre, parecia que realmente estaba
enfermo.
Alcé la mano para tocar su frente y suspiré.
Si realmente no era el asesino, ni el cómplice de ese maniático asesino, ¿qué relación tendría con el criminal…?
“¿Tu y… Kent realmente son esposos?” Helda preguntó en voz baja. “¿Él es de verdad tu marido? ¿Puede casarse? No es que…”
Helda preguntaba susurrando bajito, señalando su propia cabeza.
Sabla que ella estaba sugiriendo que Kent tenía problemas mentales.
“Aunque es guapo, ¿puede cumplir… tú sabes?” Helda murmuró bajito.
Casi me ahogo con su pregunta, definitivamente ella era la misma Helda que yo conocía, siempre pensando
en esas cosas…
“Él es realmente mi esposo, y esa… es una larga historia.” Me masajeé la frente, ¿cómo explicar esto? ¿Me desperté de repente casada y con un hijo?
En cuanto a su… capacidad, “él es muy normal, a veces pierde la cabeza.”
Helda se acercó, llena de curiosidad. “¿De verdad? Pensé que solo era un rostro bonito, hasta lamentaba que Dios fuera justo, dándole tal belleza y dejándolo sin luces en la cabeza.”
“El es muy inteligente, un genio,” defendi a Kent por instinto. “Fue a la universidad de Clase Élite siendo un adolescente, es un talento que no se ve todos los dias.”
Helda estaba impactada señalando a Kent. “¿ÉI?”
Asentechándole un vistazo a Kent.
Parecia inquieto en mis brazos, se movia, y rápidamente levante la mano para calmarlo. “Ya casi llegamos a
casa duerme duerme.”
No vi la sonrisa que se formaba en la comisura de sus labios.
Helda trago saliva, aún asombrada. “Es sorprendente…”
El carro se detuvo frente a la villa de la familia Linares, y entre Helda y yo, bajamos a Kent.
Nos costó un esfuerzo tremendo. This text is property of Nô/velD/rama.Org.
Parecia que habla bastante revuelo en el patio de la casa Linares, había mucha gente alrededor.
Sosteniendo a Kent, apenas entré al patio cuando vi al mayordomo acercarse corriendo.
“Apoyen al joven amo para que descanse.” dije en voz baja.
El mayordomo asintió. El viejo Felipe también tuvo un problema, parece que algo le molestó mucho, sufrió un derrame y al despertar probablemente ya…”
El mayordomo suspirò, eran tiempos de cambio para la familia Linares.
Me quedé pasmada por un momento, mirando a Nicanor acercándose desde la distancia.
Con la familia Linares enfrentando tal revés, significaba… que los parientes lejanos de la familia Linares
empezarían a moverse.
Parecia que las personas que estaban alli era por la fortuna de la familia Linares y las acciones del Grupo Linares.